Mario Benedetti
Ah la guitarra esa mujer en celo
que habla en su canto y muere en su silencio
con tu salud de música nacida
me brindas un placer casi doliente
y eso porque tus cuerdas te dicen lo que digo
y lo que digo es triste de cristal.
Ah la guitarra esa mujer que llega
con un amor de huésped indefenso
tu mástil o tu puente o tu rasgueo
tu voz quebrada en todos los idiomas
me dejan libre para la alegría
que sube o baja en tu cordaje neutro.
Ah la guitarra esa mujer sensible
que invade el patrimonio de la noche
mueve las humedades del follaje
y se roza con árboles sonámbulos
ah la mujer esa guitarra erótica
que se exhibe desnuda en la terraza.
3 comentarios, tu opinión es importante:
Mario Benedetti siempre, como él ninguno.
Un abrazo
Fui a a tus Recuerdos pero o encontré como comentar ( gracias al Cielo dirás tú,jaa)Me quedé con la impresión dela Vida, esa que prolifera a pesar de los pesares, esa fuerza insistente que se manifiesta de un modo u otro, diversamente.
Y ahora, este desnudo tan expresionista! falto de color como el océano que se repite en si mismo en el azul hasta el infinito. Benedetti supo de la clave de la guitarra en Latinoamerica. Yo la escuché desde pequeña. De la música de sus caderas me hice adicta y le pido siempre que conserve nuestras raíces y nuestros símbolos. Violeta y Víctor fueron sus amantes e inseminaron de música y poesía a Chile.
Gracias Nerim, poesía solo hay una pero tiene muchos nombre y uno es MARIO. Saludos
No Eva, me encantan tus comentarios y los de todos, por dos razones, por que se aprende, nada hay mas positivo que la visión ajena de nuestro trabajo, es la única forma de dirigirse, de orientarse. La segunda es por el ánimo que das con tus palabras en positivo y positivas que siempre llevan adelante nunca hacia abajo, estamos muy necesitados de esto, que como el amor nunca es bastante aun siendo suficiente.
En recuerdos, hay un libro de visitas donde dejar impresiones, lo has hecho alguna vez, lo que pretendo al no tener comentarios en cada entrada, es evitar la necesidad de decir algo, pero siempre me encanta tener noticias de mis visitantes y mucho si son tuyas.
Uno de mis recuerdos de adolescencia es Victor, la historia de su martirio llego hasta nosotros seguro que desvirtuada, si se puede desvirtuar la tortura, y siempre me atrajo su entrega en la lucha por un mundo mas justo. Supongo que por la coincidencia con mi nombre y en el origen rural, aquel “.., que nunca hizo daño, que partió a la sierra,…” se me quedo grabado, y aun no es extraño sorprenderme a mi mismo canturreando el “Te recuerdo Amanda” oyendo en mi cabeza el rasgar de su guitarra. (ves, no estamos tan lejos)
Un abrazo
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