Esto lo podría definir como Action painting, y quedaría como dios, pero no, ante todo seriedad, jajaja,…
El pintar en la parte trasera de las telas ni lo he inventado yo, ni lo pretendo insinuar, de hecho tengo algún conocido con este tipo de trabajos, que me sorprendieron en su día. De la unión de este conocimiento y de la mala sangre que se me pone cuando limpio el material y veo lo que va por el sumidero, que aun siendo acrílico con agua y bastante inocuo, llevan cantidad de productos químicos seguro que nada beneficiosos para el medio habiente (se llama así porque la otra mitad ya nos la hemos cargado), como decía de la unión de estas dos circunstancias salió la idea de limpiar la paleta y pinceles en la parte trasera de los trabajos que en cada momento estaba haciendo.
Esto lo hago de forma inconsciente y normalmente rápido, la única precaución que pongo es que no traspase la tela; que no suele pasar porque trabajo con telas bien imprimadas con gesso y con gruesa capa de pintura, y pongo poco cuidado en su orden, pero cuando vi las fotos se me vino a la memoria aquel libro de Ángel González, “Pintar sin tener ni idea y otros ensayos sobre arte” y el valor psicológico que le da a estos trabajos realizados sin intención artística o de manera poco consciente.
Seguramente un “buen” psicólogo podría escribir un libro sobre ellos, yo solo os los presento como curiosidad y un poco pensando que aunque no sean trabajos abstractos como tales si que quizás tengan algo de mí inconsciente y seguramente serán mejores que lo que hay por el otro lado. De aquí a ARCO hay un paso.