jueves, 3 de abril de 2008

El conocimiento secreto. David Hockney

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David Hockney:
El conocimiento secreto.
El redescubrimiento de las técnicas perdidas de los grandes maestros.

ed. Barcelona: Destino, 2002.


Me leí este libro, y considero que es interesante y de actualidad, todos nos preguntamos sobre la legitimidad de usar las técnicas modernas y ya no tan modernas como la fotografía, proyector, edición de imágenes,… para los trabajos en pintura, aquí nos expone como autores antiguos muy reconocidos han usado estas tecnicas (la cámara oscura, la fotografía,..) para sus trabajos. En lugar de hacer un resumen mió seguro que malo, pego un artículo sacado de Internet, seguro que mejor. Espero no incurrir en ningún delito.


Artículo sacado de Internet.
En este interesantísimo libro Hockney propone una hipótesis revolucionaria en la Historia del Arte: aunque esté reconocido que a finales del s. XVII Vermeer utilizó instrumentos ópticos como la cámara oscura para lograr sorprendentes efectos de realismo, Hockney defiende que tales instrumentos empezaron a usarse ya durante el Renacimiento (Holbein) y continuaron usándose hasta bien entrado el s. XIX (Ingres), momento en que el descubrimiento de la cámara fotográfica obliga a la pintura a buscar nuevos caminos (Van Gogh).

Hockney demuestra su hipótesis buscando semejanzas entre aquellos retratos que pudieron haber sido realizados utilizando lentes para calcar la realidad. Encuentra que la desproporción entre rostros y cuerpos o la multiplicidad de puntos de vista son fenómenos presentes tanto en Holbein como en Velázquez, Caravaggio o Ingres. Hockney imita tales deformaciones en su conocido collage fotográfico Pearblossom Highway (1986)

Cézanne















Bouguereau



Estos dos cuadros se pintaron con cuatro años de diferencia; la bañista de Bouguereau (arriba) después de las de Cézanne. El Bouguereau es un ejemplo de pintura de Salón “académica”, lo que Cézanne pensaba que era locura deshonesta. En realidad podemos sonreír ante él; parece tan absurdo… esa ola a punto de romper sobre la muchacha que no siente la menos preocupación al respecto. En efecto, en la actualidad la ola nos parece más bien lo que en el cine llamaríamos una retroproyección; esto es, lo que tiene que ser. Podemos ver con toda claridad que está reclinada en una especie de plataforma (con los bordes hechos para que parezcan rocas) y no tiene relación real con el agua.
El Bouguereau es una ventana más allá de la cual está la ilusión y la fantasía. El Cézanne es más como un Poussin compuesto con cuidado sobre el lienzo. Somos conscientes de la pintura sobre la superficie de un lienzo. Sus bañistas, de un modo u otro, ocupan el espacio del espectador. Al final, la visión de la pintura de Cézanne triunfó sobre lo académico y abrió nuevas maneras de ver. La de Bouguereau finalmente fue descartado como una cosa tonta.
Pero hoy en día el “artificial” Bouguereau está de hecho más cerca de la mayor parte de la enorme cantidad de imágenes que la gente ve: fotografías, filmes, televisión. De modo que ¿qué manera de ver y de representar ha triunfado en realidad? ¡La imagen fotográfica! La pintura de Bouguereau también contiene algunas cosas que podemos ver a comienzos del siglo XX, pero que no necesariamente tuvimos que haber advertido antes. Obsérvese cómo los bordes de la ninfa han sido suavizados para armonizar con el mar. No son líneas quebradas ni angulosas. Esto es algo que los ordenadores hoy en día pueden hacer cuando se quiere superponer una fotografía con otra. Y de este modo, después de más de cien años, la mano del artista está volviendo a corregir la cámara, lo que nos devuelve adonde estuvimos una vez, antes de que nos sedujera la creencia en la “verdad” de la fotografía. ¡Qué diferencia del siglo XIX al XX! A comienzos del siglo XX los artistas todavía hacían la mayor parte de las imágenes a mano. A comienzos de un nuevo milenio hace muy poco, millones de personas todavía ven el mundo a través de imágenes hechas con una lente. Pero ¿son estas imágenes las honestas representaciones de la realidad que una vez pensamos que eran? La fotografía, durante tanto tiempo vista como vívidamente real, como no tocada por ninguna mano humano ¿ha empañado nuestra visión, disminuido nuestra habilidad para ver el mundo con alguna claridad?
En cuanto a esto, el filme, ¿Quién engañó a Roger Rabbit? fue más que un astuto filme para niños. Funcionaba en muchos niveles, pero lo de verdad interesante era la manera en que colocaba lo dibujado sobre lo fotografiado. La primera parte del filme mostraba a un personaje dibujado (Roger) en un mundo fotografiado; la segunda mostraba a un personaje fotografiado (interpretado por Bob Hoskins) en un mundo dibujado (Toontown). Lo realmente nuevo era la manera en que la figura dibujada tenía sus bordes suavizados para crear mayor ilusión de que estaba en el mismo espacio que el fotografiado (adviértase aquí que digo “fotografiado” y no “real”). Y el personaje fotografiado también tenía los bordes suavizados en el mundo dibujado, no parecía “pegado”. Antes de Roger Rabbit, todos los intentos de poner personajes dibujados junto a personajes fotografiados, como en Mary Poppins, tuvieron el impedimento de que las figuras dibujadas siempre tenían bordes duros.
Pero la manipulación de imágenes por ordenador está facilitando las cosas. Piénsese en Parque Jurásico: una magnífica mezcla de dinosaurios dibujados (que tienen un asombroso aspecto de fotografías) con un paisaje fotografiado en lo que parecía un corte sin costura. Para mí el encanto de este filme era que estaba hecho con una cámara, la cual se supone que captura la realidad, pero trataba de dinosaurios, que sabemos que no existen. De modo que ¿era eso “real”?
El ordenador también está cambiando la manera que tenemos de hacer y comprender las imágenes. Con su ayuda, los puntos de vista múltiples -perspectiva multiventana- ahora pueden volver a los cuadros. También vuelve a traer el dibujo, la mano del artista, a la imagen de la lente, aunque es difícil escapar a la perspectiva en general (si la perspectiva se invirtiera, cuando jugara con videojuegos, usted siempre sería consciente de estar matándose a usted mismo).
El “problema” de la perspectiva es ser recurrente y haber sido discutida en muchos momentos distintos a lo largo de los últimos seiscientos años. Pero en la actualidad apenas parece tener importancia para los realizadores de imágenes, aunque está profundamente relacionada con la óptica. Ahora hace casi seiscientos años desde que las publicaciones de arte plantearon por última vez el tema de la perspectiva como una manera válida. El cubismo se vio como la primera nueva disposición del espacio desde el Renacimiento. En 1912 Jacques Rivière escribió:
La perspectiva es accidental como la iluminación. No es la señal de un momento particular en el tiempo, sino de una posición particular en el espacio […] por lo tanto, en el análisis final, la perspectiva es también la señal de un instante, del instante en que cierto hombre está en cierto punto. Además, al igual que la iluminación, los altera, disimula su verdadera forma. En efecto, es una ley de la óptica; es decir, una ley física.
Por supuesto, la realidad nos muestra esos objetos mutilados de esa manera. Pero, en la realidad, podemos cambiar de posición: un paso a la izquierda completan nuestra visión. El conocimiento que tenemos de un objeto es […] una compleja suma de percepciones. La imagen plástica no se mueve, debe completarse a primera vista; por lo tanto, tiene que renunciar a la perspectiva.
Como dije en mi introducción, el ordenador fue esencial para este libro, pues permitió que la impresión en color resultara más barata y que se usara de manera más amplia. No habría sido posible construir mi Gran pared sin tener una fotocopiadora en color y una impresora a mano en mi taller (de otra manera habría tenido que arrancar hojas de todos mis libros). Necesitaba la pared para que me diera una visión general. En un libro se van pasando las páginas, de manera que los efectos visuales son acumulativos (como en este libro); no se puede ver todo a la vez. Podría haber introducido todos los cuadros en un ordenador y haberlos mirado en la pantalla, pero al enrollarlos y desenrollarlos habría alterado constantemente un borde más allá del cual no podría ver. Al sentarme y contemplar la pared, escudriñándola, fui capaz de unir los contrastes y las similitudes que aparecían. Se necesitó alta tecnología, pero, por lo general, también fueron necesarios unas tijeras y un frasco de cola (o chinchetas). La alta tecnología necesita baja tecnología; están siempre unidas, aunque yo señalaría que la mano, el corazón y el ojo son mucho más complejos que lo que puede serlo cualquier ordenador.
La visión humana es diferente desde una proyección óptica. En el siglo XXI nos hemos vuelto más conscientes de nuestras percepciones visuales. Hay una gran diferencia entre una imagen reflejada en un espejo y una imagen proyectada desde un espejo. La primera necesita el cuerpo y cambia con la posición del espectador. Pero la proyección parte desde un punto matemático en el espejo: el mundo como nadie lo ve. ¿Somos ahora más conscientes de esto?
Los cuadros de este libro acaban en el siglo XIX. El siglo XX fue explosivo en varios sentidos, pero también catastrófico. Al mismo tiempo que la pintura experimentaba con una perspectiva cambiante -el (desafortunadamente llamado) cubismo, al que dio origen Cézanne, fue una gran ruptura con el pasado- surgió el cine y al final dominó el siglo. Se consideraba que en él estaba el cuadro más vívido de la “realidad” jamás hecho. Se movió, y más tarde habló. No obstante, el cine, el vídeo y la televisión se basan todos en el tiempo, y son más efímeros que lo que al principio se pensó. La enorme mayoría de los filmes de Hollywood han desaparecido debido a problemas de almacenamiento y archivo. Polvo al polvo. He advertido que Hollywood en ocasiones publica lista de los “cien mejores filmes”. La cuestión no es cuáles están en la lista, sino que tenga que hacerse la lista. El público popular de los filmes la necesita. El cinéfilo es, por definición, un erudito. La fama de las estrellas de cine es pasajera, excluida por cualquier cosa que esté de moda en el momento.
A mediados del siglo XX la gente creía que Cecil B. DeMille había reemplazado a Alma-Tadema; a mediados del nuevo siglo Alma-Tadema está todavía con nosotros (un popular cartel del Getty Museum lo demuestra) y Cecil B. DeMille se hace cada vez más difícil de ver. Con las pinturas y los libros usted no necesita baterías ni una máquina. Una pintura es un objeto físico, artesano, un filme no. Sin embargo, los cuadros no se mueven, no hablan y duran más tiempo. El filme y el vídeo traen su tiempo hasta nosotros, nosotros llevamos nuestro tiempo a la pintura; es una profunda diferencia que no desaparecerá.
En el siglo XXI vamos a ver los últimos seiscientos años de manera diferente. Es inevitable: cada era ve el pasado de manera diferente y la convierte en su presente. Cuanto más puede uno ver el pasado más puede ver el futuro. Hay mucho que aprender de estas imágenes. Cuando salí de la exposición “El genio de Roma” de la Royal Academy en enero de 2001, en la calle me paró un estudiante del Royal Academy Schools. Me preguntó si iba a dar una charla en las escuelas. Le expliqué que sólo estaba en Londres por unos pocos días más, pero le pregunté que pensaba de la exposición. “Abrumadora”, dijo, sin ánimo, como si los cuadros los hubieran pintado míticos semidioses mucho más allá de las habilidades de él. No tenía idea de cómo se habían logrado las pinturas. El conocimiento no había sido trasmitido. Caminé con él hasta la National Gallery, mientras me daba cuenta de que había una acusación a la historia del arte que parecía no afectar a las técnicas de enseñanza. Si la ciencia no transmite su conocimiento al joven que pronto estará en una edad oscura, ¿no es irresponsable? Menciono esto para todas aquellas personas que piensan que mi tesis quita algo de magia al arte. No lo hace. De hecho, para mí, mis investigaciones han significado el redescubrimiento de las habilidades (con la óptica) y los métodos que pueden enriquecer el futuro.
El poder de las imágenes inmóviles perdurará. Lo bien hecho será apreciado y, por lo tanto, conservado. Si digo “Enrique VIII”, de inmediato un cuadro viene a la mente, un cuadro de un gran artista, Holbein. La imagen hecha a mano es una visión humana. Hay un gran mundo hermoso ahí fuera, con nosotros en él. Ahora es posible, con ayuda del ordenador, una nueva visión de él para destruir la tiranía de la lente. Algunos ya han señalado que el nuevo cine digital es un súbgenero de pintura. Emocionantes tiempos nos esperan.




Artículo: Detrás de la lupa: ¿pintores o fotógrafos? por Doifel Videla















jueves, 20 de marzo de 2008

El Chato. De Pepe Varela Rosillo

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El Chato. De Pepe Varela Rosillo


Hola Chato.

La primera impresión que me causo fue un poco repulsiva, no es bueno dejarse llevar por lo superficial.

Cuando lo he observado con mas detenimiento, me he encontrado con un abuelo tierno, esa mirada parece cansada, que ya lo ha visto todo, se sorprende de pocas cosas, pero esta dispuesto a comprender lo que se le ponga delante, su impoluta camisa blanca que con reposado cariño plancho ayer tarde la abuela, decorada con delicadeza con la corbatita coloreada. Con su mano izquierda con delicadeza coge su pipa, mientras a su derecha de su mano lleva al chatito, su nieto del alma, el descendiente de su hijita pequeña. El chatito con pantalón corto deja ver sus rodillas llenas de las heridas de sus travesuras, pero cuando va de la mano de su abuelo, se transforma en otro niño, su abuelo es el único mayor que lo trata como un igual, con el que puede hablar de sus charcas y sus ranas, y de sus amores infantiles, su abuelo le comprende. No sabe donde va quizás a ver una esquina del centro, una fachada, una farola, su abuelo sabe todas las historias. Pero lo que el espera con ansia, es el final del paseo, irán a aquel almacén desordenado, polvoriento, lleno de tesoros, en la puerta pone Bellas Artes, el cree que no hay de otro tipo, aun no conoce las “malas artes”, aun cogido de la mano de su abuelo espera las palabras mágicas: “venga escoge lo que quieras, pero ya sabes, no te pases de un duro”. Y entonces empiezan los sueños, no compra ni papel, ni lápices, ni tinta, compra barcos, dragones, caballos, piratas,… compra sueños. El chato, el mejor abuelo.

Gracias Pepe, por haberme hecho soñar un rato.

miércoles, 13 de febrero de 2008

1º ENCUENTRO NACIONAL "AMIGOS DEL ARTE"

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1er ENCUENTRO NACIONAL DE ARTISTAS“AMIGOS DEL ARTE”

La exposición “AMIGOS DEL ARTE” nace como un encuentro de artistas que aman la convivencia, con el firme propósito de ofrecer el testimonio de una realidad estética (que sin duda sigue la inspiración propia de cada uno/a) pero cuya particularidad radica en la afinidad común de unas personas que tienen la necesidad de dar vida a un proyecto humano, social y cultural compartido.Por de pronto, los artistas que conforman esta muestra, desean brindar al espectador la sin duda gozosa ocasión de deleitarse con su obra, fruto no sólo de su inspiración, talento y creatividad, sino también de su diaria dedicación, de su disciplina y de su compromiso con el arte.
Esta exposición abarca, pues, obras de artistas de distintas edades con diversas vivencias existenciales y múltiples y variados conceptos artísticos, las cuales son como un amplio abanico de diferentes lenguajes contemporáneos planteados como punto de encuentro y reflejo de coherencia personal de cada uno de los artistas que participan en ella. Pintura y escultura realizadas con la calma implacable del trabajo realizado con esmero, con ternura y con disciplina; por eso son sinceras, a veces vigorosas, pero por completo ajenas a la rutina. Estética y humanamente es esta una exposición histórica.Xesús Cameselle BenLos artistas que nos visitan son:
Ana Lorena Moledo de A Coruña
Dayra Madrona de San Vicente del Raspeig, Alicante
David Rubio de Barcelona
Dulce González de Las Palmas de Gran Canaria
Esteve de Novelda, Alicante
Gonzho de ToledoJavier Riveiro de Pontevedra
Jero Pinto de León
Juan A. Segovia Páez de Tenerife
Magda Pinto de Valladolid
Manolo López de Barcelona
Marco Picos Sol de Gijón
Marcos Lorenzo de Tenerife
Miguel Sevillano de Barcelona
Muz - Martínez de San Vicente del Raspeig, Alicante
Román Cortes de Málaga
GALERIA DE ARTE SAN VICENTE
C/ Pi y Margall, 1103690 – San Vicente del Raspeig, (Alicante)
Tef. 965 67 42 87 Móvil. 625 03 56 75
DEL 2 AL 20 FEBRERO DE 2008

La nueva edición de 'Art al carrer' expone las obras de 16 artistas

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La nueva edición de 'Art al carrer' expone las obras de 16 artistas
02.02.08 -
ALICANTE

La Concejalía de Turismo de San Vicente ha organizado una nueva edición de la exposición de cuadros Art al Carrer, que tendrá lugar este domingo durante toda la mañana. La edil del área, Francisca Asensi, ha destacado que "este domingo asistirán a la muestra dieciséis artistas que expondrán sus obras de arte en la calle Mayor, para el disfrute de los vecinos sanvicenteros".Francisca Asensi ha resaltado que "este domingo Art al Carrer será un acontecimiento único, por lo que esperamos la visita de los vecinos sanvicenteros a la muestra". La edil del área ha explicado que "la exposición contempla obras de arte realizadas por artistas de distintas edades, donde se puede apreciar diferentes estilos pictóricos como reflejo de las vivencias personales de cada uno de ellos"."A la muestra asistirán artistas de diferentes ciudades de España: Ana Lorena Moledo, Dayra Madrona, David Rubio, Dulce González, Esteve, Gonzho, Javier Riveiro, Jero Pinto, Juan A. Segovia Páez, Magda Pinto, Manolo López, Marcos Picos Sol, Marcos Lorenzo, Miguel Sevillano, Muz-Martínez y Román Cortés", ha añadido la edil.

lunes, 28 de enero de 2008

Cuentos magníficamente ilustrados

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Hay un mundo delante de nuestros ojos que a veces pasa desapercibido, y es doblemente atractivo, la combinación de dos cosas que nos apasionan la literatura y la pintura, dos mundos artísticos magníficamente combinados, este mundo esta en los cuentos infantiles.

No soy ningún experto en este tema, pero el tener dos hijos pequeños me ha dado la magnifica oportunidad de descubrirlo o de constatarlo, porque todos sabemos que está ahí.

No necesitamos ningún niño para disfrutar de su belleza, pero si lo compartimos con uno, además del disfrute del cuento, tendremos unos ojitos mirándonos y una sonrisa que no encontraremos en ningún otro sitio, en este caso la búsqueda se puede complicar, o no, pero la recompensa también será múltiple.

Estos que menciono solo son un ejemplo, no conozco a fondo el mundo de la ilustración, y seguro que hay mejores, pero estos ya solos sirven como excusa para perder un rato en la esquina de literatura infantil de la librería buscando nuestro tesoro.

El canto de las ballenas
Dyan Sheldon
Ilustraciones: Gary Blythe















¿PUEDES PESCAR UNA SIRENA?
AUTOR/ES: RAY, JANE


















EL OSO QUE AMABA LOS LIBROS
Dennis Haseley
Ilustrado por Jim La Marche

















Enlace a páginas de ilustradores

http://www.marlenaagency.com/

Patricia Metola

http://tipika.blogspot.com/

[img]http://organicfields.net/tipika/blog/rojobeso2.jpg[/img]

http://www.editorialjuventud.es/3395-3.html

http://www.pabloamargo.com/

http://www.marlenaagency.com/carmen/carmen_frame.html

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Emilia Izquierdo, exposicion

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Me es grato compartir con todos el recorte de prensa dedicado a nuestra amiga Emilia Izquierdo con motivo de su explosión en Málaga, hasta el 30 de este mes. Así que atentos a…

Emilia mi enhorabuena, he tardado un poco en ponerlo pero es que en esto de la informática como en otras muchas cosas soy bastante torpe. Un abrazo

martes, 27 de noviembre de 2007

Esperimentos arte materico

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Cogí hojas de plátano ( Platanus orientalis ), ese árbol de hoja caduca que está por la calles, aquí en Barcelona por todos sitios. Una vez bien secas las pego sobre madera, uso médium acrílico. Después como quería que la superficie fuera uniforme, manteniendo el relieve de las hojas, se me ocurrió cubrirlo todo con papel de aluminio, frotando para que saliera el relieve. El resultado era muy bueno, las hojas estaba en relieve sobre el metal, pero el error fue el aluminio, al no ser poroso la pintura coge muy mal, aunque el acrílico se puede aplicar yo creo que en cualquier superficie, pero como mi idea era jugar con técnicas, al poner capas aguadas, la capa de debajo se ablanda y como no esta bien cogida si se frota un poco salta, bueno el resultado es chulo,

lunes, 26 de noviembre de 2007

Arte y sociedad

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Este arte está inmerso en una cultura y en una sociedad y depende, inevitablemente, de las transformaciones de éstas. Esta dependencia puede convertirse en interdependencia (o dependencia mutua) si la sociedad se percata de las potencialidades del arte para acompañar los cambios y favorecer el desarrollo de la identidad cultural (e incluso el desarrollo socio-económico) en esa misma sociedad. Por eso, es importante estudiar el arte dentro de su contexto socio-cultural y no solamente bajo la perspectiva de la estética. Coral Delgado.


Arte y sociedad

Ningún tipo de actividad humana dura tanto como las artes plásticas, y nada de lo que sobrevive del pasado es tan valioso para comprender la historia de la civilización. La naturaleza real de la actividad humana que llamamos estética y que resucita tales objetos, continúa siendo un problema psicológico.

Intentamos, pues, explorar el carácter general de las semejanzas que, es de suponer, existen entre la forma que la sociedad toma en un período determinado y las formas de arte contemporáneo. Tenemos que distinguir, en primer lugar, entre el arte como factor económico y el arte como expresión de ideales, aspiraciones espirituales y mitos, es decir, el aspecto ideológico del arte.

La naturaleza esencial del arte no reside ni en la producción para satisfacer unas necesidades prácticas, ni en la expresión de unas ideas religiosas o filosóficas, sino en la capacidad del artista de crear un mundo sintetizado y consciente de sí mismo, el cual no es ni el mundo de los deseos y la fantasía, sino un mundo compuesto de estas contradicciones, es decir, una representación convincente de la totalidad de la experiencia.

Creo que se ha producido una crisis específica en el desarrollo de nuestra civilización, en la cual la naturaleza real del arte corre el peligro de desaparecer en la confusión y el mismo arte corre el peligro también de perecer a causa del mal uso que hacemos de él. El arte es una actividad autónoma, influenciada como todas nuestras actividades por las condiciones materiales de existencia, pero que, como modo de conocimiento, es a la vez su propia realidad y su propio fin.

El arte nace como una actividad solitaria, y solo en la medida que la sociedad reconoce y absorbe estas unidades de la experiencia, el arte se incorpora a la fábrica social. El arte, como veremos, es fundamentalmente una fuerza instintiva, y los instintos pueden retrotraerse dentro de la concha del inconsciente si se les trata de un modo demasiado consciente. Podríamos decir que, en muchos casos, las ideologías de un período se encarnan en su religión o mitología. No obstante, se corre el peligro de considerar la unión local de dos aspectos de una cultura - su arte y su mitología - como una ley necesaria y universal, y, aunque esa unión se ha producido en fases importantes de la Historia del mundo, no es ni mucho menos tan completa como podría

Potenciado por inducirnos a suponer un examen superficial de dichos períodos.

Creo que encontraremos pues, suficientes pruebas para admitir el carácter dialéctico del arte. No es un producto secundario del desarrollo social, sino uno de los elementos originales que entran en la formación de una sociedad. No obstante, ocurre que en el proceso de aislar losa elementos que llamamos arte, podemos perder de vista el esquema general. Lo mejor que podemos hacer es seleccionar períodos típicos y, luego, determinar la relación del arte del período en cuestión con el resto de las características culturales predominantes.

Hay que considerar el arte como el modo más perfecto de expresión que ha logrado la Humanidad. Como tal se ha propagado desde los mismos albores de la Civilización.
Siempre, en cada fase de la Civilización, ha advertido que lo que llamamos la actitud científica es inadecuada. La conciencia que ha desarrollado a partir de su cauta astucia sólo puede compararse con hechos objetivos; más allá de tales hechos se encuentra un ámbito del mundo solamente accesible al instinto y a la intuición. El desarrollo de estos modos más oscuros de aprehensión ha sido el fin del arte; no podremos comprender la Humanidad y su Historia hasta que admitamos la importancia y, desde luego, la superioridad del conocimiento representado por el arte.

El arte es un modo de expresión, un lenguaje que puede hacer uso de tales cosas útiles, del mismo modo que el lenguaje mismo hace uso de la tinta, del papel y de las máquinas de imprenta, para transmitir un significado. El arte es una forma de conocimiento, y el mundo del arte es un sistema de conocimiento tan precioso para el hombre como el mundo de la filosofía o de la ciencia.

Arte y educación.

Es posible, para un estudiante, conocer todos los acontecimientos de la Historia del Arte (fechas de nacimiento y muerte de artistas, definiciones de términos y escuelas, hasta la psicología de determinados artistas) sin, por eso, ser capaz de ver la diferencia existente entre los méritos estéticos de un cierto número de obras de arte. El tema de Bellas Artes proporcionaba un material idóneo para corregir los excesos intelectuales de nuestro sistema educativo, pero en la práctica real no tuvo semejante efecto.

Puede que una vaga conciencia de estas incompatibilidades haya servido para excusar el estado de negligencia general para con el arte en las universidades de Gran Bretaña; lo mismo podría decirse de otros países que tal vez sus universidades se han contentado con limitarse a los aspectos intelectuales de este problema.

2.1 La edad de la inocencia

En la educación artística debemos volver al significado literal de la palabra e intentar de algún modo sacar a la luz lo latente y suprimido del individuo. Es observación común en todo lo relacionado con la educación de los niños el que el impulso estético es natural hasta cerca de los once o doce años. Con la irrupción de la pubertad estas facultades ceden terreno al juego de facultades más lógicas.

Lo que ocurre es un desarrollo gradual, que una súbita interrupción del proceso educativo del niño puede acelerar; desarrollo, no obstante, que es fácilmente explicable mediante las hipótesis psicológicas expuestas en el capítulo precedente. En el niño, se desarrolla lentamente el Super-Yo consciente y crítico que en todos sus aspectos equivale a un censor y suprimidor de los instintos.

En general, los padres y demás autoridades similares siguen los dictados de sus Super-Yo en la educación de sus hijos.
Sean cuales sean las relaciones en que se encuentren su Yo y su Super-Yo, en la educación de sus hijos se muestran severos y exigentes. De lo cual se deriva el hecho de que el Super-Yo del niño no se forma sobre el modelo de sus padres, sino sobre su Super-Yo; se apodera del mismo contenido, se convierte en el vehículo de la tradición y de todos los valores ancestrales que se han ido transmitiendo de este modo de generación en generación.

2.2 El niño dotado

En el caso de algunos niños no tiene lugar la supresión de ésta. Por eso, desde el punto de vista de la educación artística, se plantean dos importantes preguntas:

¿Por qué razón tienen lugar estas excepciones?

Si se desea elevar hasta un cierto número tales excepciones, ¿de qué manera puede hacerse?

Existen dos explicaciones, una física y la otra psicológica. Ocurre que un individuo determinado no consigue efectuar la completa objetivación, como llamamos a la substitución del principio del placer por el principio de la realidad. A veces se supone que esta minoría está dotada de cualidades excepcionales de naturaleza fisiológica.
Existen abundantes ejemplos de la intratable naturaleza del temperamento artístico en tales circunstancias.


Creo que podríamos aceptar la teoría de que todos los niños empiezan a vivir con todo el equipo físico o sensitivo necesario para hacer de todos ellos unos artistas. Puede haber una minoría físicamente menos desarrollada que sea totalmente insensible, individuos tan sordos a las diferencias de sonido y tan ciegos a los colores que sean incapaces de reacciones estéticas, pero incluso tal afirmación necesita que la ciencia lo confirme. En el momento de nacer, la gran mayoría es estéticamente sensible, y lo que le ocurre al niño durante los primeros años determina si tendrá o no una capacidad para la expresión estética, para comunicar sus sentimientos de modo abierto y adecuado con un efecto informativo sobre los demás individuos.


Todos nacemos artistas y nos convertimos en ciudadanos insensibles de una sociedad burguesa, porque o se nos deforma durante el proceso de la educación; o bien, se nos deforma psíquicamente porque nos vemos obligados a aceptar un concepto social de normalidad que excluye la libre expresión de los impulsos estéticos.

Un problema de valores

He aquí, pues, que todo el problema se convierte en un problema de valores. Como tal ya lo planteó Platón, y el dilema sólo se ha resuelto intentando hacer del arte mismo un representante del Super-Yo, un vehículo de los valores morales e idealistas. La objeción que Platón hacía iba dirigida en realidad no contra el carácter sensual e instintivo del arte, que el siempre aceptó, sino contra la confusión de los valores morales y estéticos.

Platón habría discutido duramente la idea que tenemos del arte como un lenguaje para transmitir un conocimiento intuitivo de la realidad, lo que objeta el arte es precisamente que no transmite ninguna clase de verdades en las que poder confiar.
Platón distingue tres grados u ordenes de objetos: primero, la forma absoluta y eterna, totalmente real e inteligible; segundo, el objeto perceptible, copiado de la forma; y tercero, la obra de arte, copiada del objeto. A estos tres grados de la realidad le corresponden tres grados del conocimiento.

El más elevado grado de la realidad y el conocimiento corresponde a la concepción freudiana del Super-Yo; el segundo grado platónico de ambos puede parangonarse con la vida consciente del Yo, y el tercer grado corresponde al ello. Platón considera el arte como la copia de una copia, la apariencia de una apariencia; pero nunca considera la obra de arte como un mero facsímil o réplica.

Las objeciones de Platón al arte, y a la presencia de artistas en su república ideal, pueden reducirse a dos: la racional y la estética. Es verdad que considera la posibilidad de un arte abstracto y absoluto, pero para Platón, el arte es en general sensual y seductor. Asigna al arte un papel estrictamente funcional en materia de educación; lo considera un favor que puede, con el debido cuidado, extenderse a los niños en la fase de educación en la cual están expuestos a rebelarse contra la severidad de un régimen totalmente racional.

Platón considera el arte en general como una expresión de las partes emotivas e indisciplinadas de nuestra naturaleza, y como tal, tiene que desalentarse en interés de las ideas y virtudes racionales. Considera el arte como una irrupción del inconsciente, probablemente para perturbar la sobrestructura idealista que es el Super-Yo. Si queremos dar un lugar más importante al arte en el sistema general de la educación, será necesario desafiar la filosofía racional de la vida que Platón evocó.

El medio feliz
Toda concepción auténtica de la razón tiene que dar cabida a las emociones humanas y a todo lo que éstas determinan. La infelicidad se deriva de una supresión indiscriminada o completa de la parte instintiva y emotiva de nuestro ser. Freud admitió: que la función de la educación es la de inhibir, prohibir y suprimir; pero el análisis científico nos ha enseñado que estas misma supresión de los instintos encierra el peligro de las enfermedades neuróticas.

La educación de los instintos

Sería una cosa muy útil inventar los medios de preservar esos impulsos un poco más cerca de la superficie de la conciencia, permitiendo así a la mente desarrollar en una mayor medida las respuestas emocionales ante algo bello cuya

influencia purificadora y ennoblecedora está limitada ahora a tan modesta porción de la Humanidad. Tenemos que aprender a desestimar aquellos valores sociales e intelectuales que han sido el objetivo supremo de toda la tradición clásica. Podíamos intentar el experimento de educar los instintos en lugar de suprimirlos.

El proceso de la educación

Aún es necesario preguntarse sobre lo que está implícito en el proceso de educar los instintos y de modo particular en el ámbito del arte. La obra de arte es siempre, en algún sentido, ordenación. No es necesario que nos limitemos a la concepción clásica del orden de valores, el orden y la coherencia pueden ser abiertos, irregulares y dinámicos. Una obra de arte implica una cierta cantidad así como calidad de la obra, y la intensidad tiene que ser coextensiva a la cantidad. Damos por sentado que la particular organización somática o sensual del artista le permite comprender relaciones de las capas más profundas del Yo y del Ello que de otro modo serían inaccesibles. En general el Artista tiene que domar los entes de sus visiones antes de entregarlos al ciego público. Y esta es la función de la parte de la mente del artista que llamamos su Yo. Éste hace de mediador entre el Ello del artista y el mundo externo. El artista no elimina ningún elemento que proceda de las fuentes de excitación internas; propósito consiste precisamente en introducir tales elementos, y, mediante la introducción de fuerzas de este nivel más profundo de la existencia que llamamos el Ello, perturbar la uniforme y ordenada superficie de la concepción convencional de la realidad.

Su única preocupación debe ser el comprometerse, para controlar el exceso de su energía instintiva, a fin de no alarmar indebidamente o entrar en antagonismo con el individuo normal. Podemos decir que el desarrollo artístico consta de dos procesos: el inmediato y esencial que siempre ha sido conocido como inspiración, y que, psicológicamente, explicamos como un acceso a las capas más profundas del inconsciente; y un segundo proceso de elaboración, en que las percepciones e intuiciones esenciales del artista brotan de una energía que puede encontrar lugar en la vida organizada de la realidad consciente.

Mireia Azul.

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Retrato intimista en tono monocromo azul roto, en pintura sintética sobre tela de lino, con un estilo realista, que refleja la fragilidad y ternura de Mireia en sus primeras horas de vida, mientras nos preguntamos donde llevaran sus sueños. Colección particular.